domingo, 6 de abril de 2014

Serie La Biblia En Anime 09 Vendido Por Sus Hermanos

Serie La Biblia En Anime 07 La Historia de Israel

Un País que se llama El Cielo

Lección 2
Cinco Pasos

Yo soy el camino
Querido amigo(a):
  • ¿Se ha preguntado alguna vez estas cosas?
  • ¿Cómo empezó a existir todo?
  • ¿De dónde venimos?
  • ¿Cómo podemos regresar a Dios?
  • ¿Adónde vamos?
La vida está llena de preguntas, pero éstas son las más importantes, y la Biblia nos da las respuestas.
¿Cómo empezó a existir todo?
Los científicos tienen muchas teorías en cuanto al origen del universo. Una de ellas dice que el universo empezó como resultado de “Una Gran Explosión” en el espacio. Pero esta teoría presenta otra pregunta: ¿De dónde salió la materia que explotó? Ni siquiera una gran explosión puede hacer algo de la nada. La Biblia explica el origen del universo con una sola frase:
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).
Nuestro inmenso universo que funciona de manera tan perfecta no es el resultado de un“accidente” en el espacio. Fue formado por orden de Dios. La Biblia dice:
“Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca … porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió”
(Salmo 33:6, 9).
¿De dónde venimos?
Venimos de Dios. El universo no fue un “accidente” como tampoco el hombre. El hombre fue creado por Dios Mismo. La Biblia dice:
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7).
El hombre es un ser creado. No surgió de formas más bajas de vida. El hombre fue creado como “un ser viviente”. El hombre no es Dios, ni tampoco es una parte de Dios, pero es la forma más elevada de las criaturas de Dios, porque fue creado a imagen de Dios. La Biblia dice:
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:27).
En el principio todo era bueno y hermoso porque Dios lo había hecho así. Dios estaba satisfecho con Su trabajo. La Biblia dice:
“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1:31).
Pero ahora las cosas no siempre son buenas y hermosas. En el mundo hay odio, pleitos, robo, mentiras, asesinatos, guerras, enfermedad, pecado y muerte.
¿Por qué terminaron mal las cosas? ¡El hombre desobedeció a Dios! El hombre escogió su propio camino en lugar del camino de Dios. La Biblia dice:
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino” (Isaías 53:6).
Aunque el hombre ha desobedecido a Dios, Dios le ama y desea bendecirlo. El hombre es una criatura especial de Dios, hecho a Su imagen. Dios ha perdido al hombre, pero no desea perderlo para siempre.
¿Cómo podemos regresar a Dios?
Él nos ha dado la Biblia para que podamos conocer la verdad en cuanto a Él, en cuanto a nosotros, en cuanto al pecado y en cuanto a la manera de regresar a Él. La Biblia nos dice que el Señor Jesús, el Hijo de Dios, es el camino a Dios—el único camino. Jesús dijo:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).
¿Adónde vamos?

Vamos camino a la eternidad. Usted y yo vamos a vivir para siempre en uno de dos lugares—el cielo o el infierno. El lugar donde pasaremos la eternidad depende de la decisión que tomemos en esta vida. ¡Dios desea que decidamos regresar a Él e ir al cielo!
¿Alguna vez se ha preguntado cómo es el cielo? El cielo es un lugar hermoso donde no hay pecado, enfermedad, tristeza, angustia o lágrimas. Las personas que viven en ese hermoso lugar nunca envejecen y nunca mueren. Allí no hay noche, porque la gloria de Dios alumbra el lugar. Ni siquiera nos podemos imaginar lo hermoso que es el cielo en realidad.
¿Dónde está el cielo?
El cielo es el lugar donde está Jesús. Es un lugar que está preparado para los que aman a Jesús. Dios le ama a usted y desea que usted esté en el cielo con Él.
Jesús nos dijo que hay dos caminos en la vida. Uno es ancho y el otro es angosto. Jesús dijo que muchas personas van por el camino ancho y pocas por el angosto. El camino angosto llega al cielo. Jesús quiere que escojamos ese camino. El camino ancho llega a la separación de Dios en el infierno para siempre. ¡Qué terrible!
Para estar en el camino angosto, debemos arrepentirnos de nuestros pecados y recibir al Señor Jesús como nuestro Salvador. La Biblia dice:
“Pero Dios…ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30).
¿Qué significa “que se arrepientan”? Arrepentirse significa dar la media vuelta. La razón por la que debemos dar la media vuelta es que hemos estado caminando en la dirección equivocada. No hemos estado caminando con Dios. Más bien, hemos estado caminando en nuestro propio camino. La Biblia dice:
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino” (Isaíah 53:6).
Cuando reconocemos que hemos estado caminando por el camino equivocado, pero decidimos dar la media vuelta y dejar nuestro pecado, con la ayuda de Dios—eso es arrepentimiento. El arrepentimiento puede tomar lugar en un solo momento, y trae gozo al corazón de Dios.
Querido amigo, si usted no es salvo, está alejado de Dios. Pero Dios le ama, y no desea que se pierda para siempre.Usted es valioso para Dios. Puede saber cuán valioso es por el precio que estuvo dispuesto a pagar para que regrese a Él. Dios mostró Su gran amor al dar a Su Hijo para morir en la cruz por usted. Pero no le obligará a regresar a Él. Debe tomar esa decisión usted mismo.
Quizás ahora mismo Dios le esté hablando en su corazón. Si reconoce que ha estado en el camino equivocado, ¡dé la media vuelta! Dígale a Jesús: “Señor Jesús, quiero andar por Tu camino. Ya no quiero andar por el camino del pecado”.
Cinco Pasos

CINCO PASOS

¡Mire! ¡Hay cinco pasos que llevan al camino angosto que va hacia el cielo! Hay palabras en cada paso. Vamos a ver lo que dicen. Empiece desde abajo y lea cada paso. Tome un momento para leer los pasos de nuevo. Repítalos en voz alta. Ahora hablemos de cada uno de los pasos, y veamos un versículo para cada uno.
Paso 1: Yo he pecado
“Por cuánto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
El primer paso para llegar a ser hijo de Dios es reconocer lo que soy a los ojos de Dios y aceptar lo que Él dice de mí.
En este versículo, Dios dice que cada uno de nosotros ha pecado. Todos hemos dicho y hecho cosas malas.
El pecado es algo terrible. Nos lastima a nosotros y lastima a los demás. Pero lo peor del pecado es que lastima el corazón de Dios. ¿Sabe usted por qué lastima el corazón de Dios? Porque Él es santo, y porque nos ama mucho.
No podemos deshacer ni una cosa mala que hacemos o decimos. Tal vez quisiéramos regresar el tiempo y deshacer lo que hemos hecho, eso es imposible. Pero sí podemos ser perdonados.
Dios puede perdonar todos sus pecados y hacerle Su hijo. Cualquier persona que se acerca a Jesús y confía en Él como su Salvador será hecho hijo de Dios. Jesús nunca echará fuera a ninguna persona que venga a Él. Dijo: “Al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37).
Paso 2: Dios me ama
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Como somos pecadores, necesitamos un Salvador. Este versículo nos dice que Dios ha dado a Su Hijo para ser nuestro Salvador. Eso significa que dio al Señor Jesús para morir en la cruz por nuestros pecados.
¿A quién se refiere Dios cuando dice que ama “al mundo”? Se refiere a todas las personas en el mundo. ¡Eso nos incluye a usted y a mí!
¿A quién se refiere Dios cuando dice “todo aquel”? Se refiere a cualquier persona. Usted puede poner su nombre en el versículo. ¿Por qué no lo hace ahora mismo?
Porque de tal manera amó Dios a __________ que ha dado a Su Hijo unigénito, para que ______________, creyendo en él, no se pierda más tenga vida eterna.
Ahora lea el versículo en voz alta con su nombre. Esas son buenas noticias ¿verdad?
¿Cuál es el regalo de Dios para usted? Su Hijo. Dios le amó tanto que dio a Su amado Hijo para ser su Salvador. No tiene que pagar un regalo.
No tiene que trabajar para ganarlo. Pero hay una cosa que debe hacer para que un regalo sea suyo—lo debe recibir. Si quiere que el Señor Jesús sea su Salvador, debe recibirlo.
Paso 3: Cristo murió por mí
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).
Cristo murió por nosostros
Este versículo nos dice que a pesar de que somos pecadores, Dios nos ama y dio a Su Hijo para morir por nosotros.
Dios no puede pasar por alto nuestros pecados o hacer de cuenta que no los ve. Dios debe castigar el pecado. Pero Dios permitió que Su Hijo, el Señor Jesús, tomara nuestro castigo. Él permitió que Jesús murier por nuestros pecados.
El Señor Jesús murió por los pecadores. Él murió por usted y Él murió por mí. Usted puede decir: “Cristo murió por mí”. Dígalo ahora mismo:“¡Cristo murió por mí!”
El Señor Jesús no sólo murió por nuestros pecados, sino que también resucitó de la muerte. ¡Él es el Salvador viviente! Él tiene todo poder en el cielo y en la tierra. Él puede perdonar sus pecados y hacerlo a usted un hijo de Dios.
Paso 4: Le recibo a Él
El siguiente versículo nos dice cómo llegar a ser hijos de Dios. La Biblia dice:
“Mas a todos los que le recibieron [al Señor Jesús], a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).
Para llegar a ser hijo de Dios debo acercarme como pecador y recibir a Jesús como mi Salvador. Dios me ha dado al Señor Jesús como mi Salvador, pero yo lo debo recibir como mi propio Salvador.
yo estoy a la puerta y llamo
Debe ser algo personal. No es sólo que “todos somos pecadores”, sino: “Yo soy pecador”. No es sólo que “Jesús murió por los pecadores”, sino: “Jesús murió por mispecados”. No es sólo que “Jesús es el Salvador”, sino:“Recibo a Jesús como  Salvador”. Cuando recibo al Señor Jesús como mi Salvador, llego a ser hijo de Dios.
¿Cómo recibo al Señor Jesús como mi Salvador?
Usted recibe a Jesús como su Salvador al invitarlo a entrar en su corazón. Su corazón es como una casa con una puerta. El Señor Jesús dijo:
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él” (Apocalipsis 3:20).
Paso 5: Tengo vida eterna
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36).
Este versículo dice que si cree en el Señor Jesús, tiene vida eterna. Repita el versículo en voz alta ahora mismo: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna”.
Usted comprende esto, ¿verdad? Hemos hablado mucho de esto. ¿Está preparado para tomar su decisión?
¿Desea escoger el camino que lleva al cielo? Puede recibir a Jesús como su Salvador ahora mismo. Siempre estará feliz de haberlo hecho.
(Puesto que esto es sólo entre usted y el Señor Jesús, sería mejor que fuera a un lugar tranquilo donde pueda estar a solas por unos minutos. Así que, ahora mismo, antes de leer la siguiente parte, busque ese lugar donde pueda estar a solas con el Señor Jesús.)
Ahora está listo para hablar con el Señor Jesús. Aquí hay una oración que puede ayudarle:
Señor Jesús, sé que soy pecador
“Señor Jesús, sé que soy pecador, y que he estado caminando por el camino equivocado. Pero creo que Tú eres el Hijo de Dios y que Tú moriste en la cruz por mis pecados. Gracias por amarme tanto. Por favor entra a mi corazón y límpiame de mis pecados. Te recibo como mi Salvador ahora mismo”.

¿Cómo puedo saber que soy salvo?

Cuando cree que Jesús murió por sus pecados, y lo recibe como su Salvador, es salvo. Dios perdona todos sus pecados y le hace Su hijo. Tiene vida eterna.
¿Cómo sabe que tiene vida eterna? Lo sabe porque Dios lo dice en Su Palabra. La Biblia dice:
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36).
¡Dios lo dijo!
¡Yo lo creo!
¡Estoy seguro!
Ser un hijo de Dios es lo más maravilloso en la vida, pero no siempre será fácil mientras estemos aquí en la tierra. El Señor Jesús nos dijo:
“En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”
(Juan 16:33).
Tendremos muchos problemas y pruebas en el camino a nuestro hogar celestial. Pero no tenemos por qué tener miedo si Jesús está en nuestro corazón. Él ha prometido: “No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5).
Si ha recibido al Señor Jesús como su Salvador, quisiéramos saberlo. Al final de la hoja de preguntas, encontrará un lugar donde nos puede escribir de su decisión.
Si no está seguro si es salvo, vuelva a leer esta lección y pídale al Señor Jesús que le ayude a entender. Recuerde, recibir a Jesús es lo más importante en la vida.

martes, 7 de enero de 2014

Soy una nueva persona en Cristo

¡Soy una nueva persona en Cristo!

Una de las maravillas de Dios es que le gusta hacer cosas nuevas. Cuando el pecado ha arruinado algo que El ha hecho, Dios hace algo nuevo, algo que el pecado nunca puede volver a arruinar.
Dios dice:
He aquí, yo hago nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21:5).
El primer hombre de Dios, Adán, desobedeció a Dios y trajo el pecado y la muerte al mundo. Adán produjo una raza de pecadores. Cada persona nacida en el mundo ha nacido en la familia pecaminosa de Adán.

¿Qué vio Dios?

en el reino de oscuridad de Satanás
Cuando Dios me vio en mi condición de incrédulo, ¿qué vio? El vio tres cosas:
  • Dios vio mis muchos pecados.
  • Dios me vio como pecador—como la persona que cometía esos pecados.
  • Dios me vio en el reino de oscuridad de Satanás.
Estas cosas son ciertas en cuanto a cada persona incrédula. Pero Dios nos amó y deseaba quitar todo lo que estaba entre nosotros y Él. Veamos cómo Dios lo hizo.

¿Cómo me libró Dios de mis pecados?

Mis pecados fueron puestos sobre Cristo
Dios me libró de mis pecados al poner mis pecados sobre Su Hijo. La Biblia dice:
Jehová cargó en él [Jesús] el pecado de todos nosotros(Isaías 53:6b).
Como el Señor Jesús murió por mis pecados, Dios ha perdonado todos mis pecados para siempre. La Biblia dice:
Y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado(1 Juan 1:7).


¿Cómo me libró Dios de mi naturaleza pecaminosa?

Es maravilloso saber que Dios me ha perdonado todos mis pecados, pero tengo un problema más profundo. Yo soy pecador. Yo soy el que peca.
¿De dónde vienen mis pecados? Vienen de mi corazón—de mi naturaleza pecaminosa. El Señor Jesús dijo que muchas clases de pecado vienen desde adentro, desde el corazón del hombre. Yo no me puedo cambiar a mí mismo. Ni siquiera Dios intenta cambiar mi corazón para que sea bueno. El tiene una solución mejor para mi problema.
Supongamos que Dios perdonara todos mis pecados y me dejara aquí tal y como era. ¡Seguiría pecando, y eso sería terrible! Si voy a disfrutar mi nueva vida como hijo de Dios, Dios debe resolver este problema de mi naturaleza pecaminosa.
La solución de Dios para el problema de mi naturaleza pecaminosa es quitar mi viejo "YO" y hacerme una nueva persona en Cristo.
Dios me ha librado de mi viejo "YO" al ponerme en Cristo sobre la cruz. La Biblia dice:
Mas por él [Dios] estáis vosotros en Cristo Jesús (1 Corintios 1:30).
Dios me puso en Cristo sobre la cruz
Cuando Cristo fue crucificado, yo fui "crucificado" con Él. Mi viejo "YO" pecaminoso, que se llama el "viejo hombre" en la Biblia, fue crucificado con Cristo. Dios quiere que sepamos esto. La Biblia dice:
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre [mi viejo "YO"] fue crucificado juntamente con él [con Cristo] (Romanos 6:6).
¿Cómo sé que fui "crucificado" con Cristo? Lo sé porque la Palabra de Dios lo dice. El Apóstol Pablo dijo: "Con Cristo estoy juntamente crucificado"(Gálatas 2:20). Esto es verdad para cada creyente en Cristo.
Quizás tú estés pensando: "Pero Cristo fue crucificado hace 2000 años. ¿Cómo pude haber sido crucificado con Él?"
Ahora tomemos al pequeño hombre de papel y pongámoslo dentro de un libro.
Para ayudarnos a comprender esto, tomemos una hoja de papel y recortemos la figura de un hombre. Ahora tomemos al pequeño hombre de papel y pongámoslo dentro de un libro. ¿Dónde está el pequeño hombre ahora? Está dentro del libro y se quedará dentro del libro.
Supongamos que ponemos el libro en el suelo. ¿Ahora dónde está el pequeño hombre? Está en el libro en el suelo.
Supongamos que ponemos el libro sobre la mesa. ¿Ahora dónde está el pequeño hombre? Está en el libro sobre la mesa.
Una vez que el pequeño hombre fue puesto en el libro, todo lo que le sucedió al libro también le sucedió al pequeño hombre porque estaba en el libro
Supongamos que tomamos el libro con el pequeño hombre y lo ponemos debajo del agua. ¿Ahora dónde está el pequeño hombre? Está en el libro debajo del agua.
Supongamos que enviamos el libro con el pequeño hombre a otro pueblo. ¿Ahora dónde está el pequeño hombre? Está en el libro en el otro pueblo.
En esta ilustración el libro representa a Cristo y el pequeño hombre me representa a mí. Así como pusimos al pequeño hombre en el libro, Dios me ha puesto en Cristo.
Una vez que el pequeño hombre fue puesto en el libro, todo lo que le sucedió al libro también le sucedió al pequeño hombre porque estaba en el libro. Lo mismo se aplica a mí. Dios me puso en Cristo en la cruz y todo lo que le sucedió a Él también me sucedió a mí porque estoyen Cristo.
La gran Salvación de Dios
Cuando Cristo fue crucificado, yo fui crucificado con Él. Cuando El murió, yo morí con Él. Cuando fue sepultado, fui sepultado con Él. Y cuando resucitó, yo resucité con Él. Todo lo que le sucedió a Él también me sucedió a mí.
Físicamente no he muerto, pero estas cosas son ciertas de mí en Cristo. Recuerde al pequeño hombre en el libro. Una vez que el hombre fue puesto en el libro, todo lo que le sucedía al libro también le sucedía a él porque estaba en el libro.
Lo mismo pasa conmigo. Una vez que Dios me puso en Cristo en la cruz, todo lo que le sucedió a Él también me sucedió a mí porque estoy en Cristo. Estuve en Cristo cuando murió. Ese fue el fin de mi vida vieja. Estuve en Cristo cuando fue sepultado. Estuve en Cristo cuando resucitó, pero ahora soy una nueva persona.
Dios me creó como una nueva persona en Cristo. Sigo teniendo el mismo cuerpo, pero soy una nueva persona por dentro. La Biblia dice:
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17).

¡Soy una nueva persona en un nuevo lugar!

Ya no estoy en el reino oscuro de Satanás. ¡Soy una nueva persona en un nuevo lugar! Ahora estoy en el reino del amado Hijo de Dios. La Biblia dice:
Con gozo dando gracias al Padre . . . el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo (Colosenses 1:12a-13).
¡Soy una nueva persona en un nuevo lugar!
Cristo me ha libertado de todo lo que estaba en mi contra. Fue un día feliz cuando supe lo que Cristo había hecho por mí. Ha quitado todo lo que estorbaba entre Dios y yo.
¿Qué sucedió con mis pecados? Mis pecados fueron puestos sobre Jesús. Él derramó Su preciosa sangre por mis pecados. Dios ha perdonado mis pecados por amor a Jesús. La Biblia dice:
Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre (1 Juan 2:12).
¿Qué sucedió con mi vieja naturaleza pecaminosa? A los ojos de Dios, mi vida vieja terminó con mi muerte en Cristo. El apóstol Pablo dijo: "Con Cristo estoy crucificado". Yo puedo decir lo mismo, porque Cristo es mi Salvador. No soy la persona que era. Soy una nueva persona en Cristo. La Biblia dice:
Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efesios 4:24).
¿Qué sucedió con el reino de oscuridad de Satanás? Ya no estoy en el reino de oscuridad de Satanás. Dios me ha trasladado del reino de oscuridad de Satanás al reino de Su amado Hijo.

Dios quiere que me goce en Él.

¡Es maravilloso saber que mis pecados son perdonados, y que ahora soy una nueva personaen Cristo!
¿Por qué hace Dios todas estas cosas tan maravillosas para mí? Las hace porque me ama y porque yo estoy en Cristo.
Como estoy en Cristo, Dios siempre me mira con gozo. ¿Es bienvenido Cristo en la presencia del Padre? Sí, es bienvenido, y yo también. ¿Se goza Dios en Cristo? Sí, se goza en Él y también en mí. Dios me ama y se goza en mí porque soy Su hijo.

El Hijo pródigo

En la historia del hijo pródigo, Jesús nos muestra cómo el Padre nos recibe cuando nos acercamos a Él, confiando en Jesús como nuestro Salvador. El nos perdona plena y libremente. ¡Le agrada perdonarnos!
Corrió y se echó sobre su cuello besándolo.
Cuando el hijo pródigo regresó, su padre lo vio cuando aún estaba lejos. Corrió y se echó sobre su cuello besándolo. No fue un beso pequeño sobre la mejilla. En el idioma original, la Biblia dice que el padre lo cubrió de besos.
En ese momento, el hijo pródigo sabía dos cosas. En primer lugar, sabía que había sido perdonado plena y libremente.
En segundo lugar, sabía cómo se sentía su padre en cuanto a él. Conocía la actitud de su padre para con él. Por sus acciones, el padre estaba diciendo: "¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo!"
No sólo soy perdonado, sino que sé cómo Dios se siente en cuanto a mí –¡Me ama con todo Su corazón! El perdón de Dios es un resultado de Su amor sin límites hacia mí en Cristo.
Dios me abraza, así como el padre abrazó al pobre hijo pródigo. Dios me está diciendo: ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Estoy feliz de que regresaste a Mí!

A través de la obra de Su Hijo, Dios ha quitado
todo lo que estorbaba entre Él y yo.
La sangre de Cristo me ha limpiado de todos mis pecados.
Mi viejo "YO" pecaminoso fue crucificado con Cristo.
Dios me creó como una nueva persona en Cristo.
Ahora estoy en el reino del amado Hijo de Dios.
¿Cómo sé estas cosas? Las sé porque Dios las dice en Su Palabra.
¿Qué desea Dios que yo haga ahora? El desea que ame a Su Hijo y viva para Él.
"Padre, yo creo que Tú has perdonado todos mis pecados
y que me has hecho una nueva persona en Cristo.
Gracias por todas estas cosas maravillosas que has hecho por mí".

viernes, 3 de enero de 2014

Hola amigos y amigas hoy les voy a enseñar como los ama Dios bueno comencemos 

 Hay personas que no tiene alimentos, ni padres, ni siquiera alguien que los anime en los y
Momentos difíciles. Por eso nosotros tenemos que darle gracias a Dios por todo los 
Que nos da a diario por que sí imagine sé que nosotro siendo tan chiquitos para Dios
Por qué el grande en misericordia y mucho más ...
¿Porque debería acordarse de nosotros? Agance esa pregunta
Claro por que sí nosotros le aceptamos como Salvador nos hacemos hijos de Cristo 
Y amigos de Dios verdad... 
Así qué cada día hay que levantarse y dale gracias a Dios por un nuevo día por un nuevo
Año 2014 por qué hay muchos que no pudieron ver los fuegos artificiales del 31 de 
Diciembre ni ver un año nuevos por eso nosotro le tenemos que dar gracias a Dios                           
 Bueno aquí debo de concluir y si les gusto delen me gusta y si quieren pedirle
Perdón y gracia a Dios entonces repitan esto:

Señor Jesús te doy gracias por todo lo que nos has dado en este día también te agradecemos por el aire, por la vida, por nuestros padres y por mucho más 
Padre vengó a pedirte perdón por lo que haya echo mal y quiero que me perdones
De todo mis pecados yo se que me has eschuchado. En el nombre de Jesús. Amén 

Y un texto bíblico referente a lo que vimos hoy:

Por qué de tal manera amo Dios al mundo que a dado a su Hijo Unigénito para qué todo qué en El crea no se pierda más tenga vida Eterna

Juan 3:16

Bueno como yo digo 

                Dios te bendiga